miércoles, 3 de octubre de 2012

Stop life.


'[...] Y de pronto en medio de todo el bullicio, de las risas de fondo, de la música a un volumen elevado, de las conversaciones en voz alta y del sonido que provocan todos los objetos que se mueven con el viento, le doy a stop a la vida y almaceno el momento en mi mente. Respiro profundamente y me quedo con el olor. Observo mí alrededor y guardo las imágenes en un baúl imaginario que he creado en mi cerebro. No sucede nada importante, ni diferente a cualquier otro día. Pero detengo la rutina y la acaricio de la misma manera que al aire. Valoro cada segundo que transcurre en el tiempo y me aferro al hecho de que dentro de unos años recordaré ese preciso momento. Porque lo siento dentro intensamente. Noto como el amable ruido roza lo irritable y se convierte en lo deseado. Porque valoro cada segundo que transcurre en el tiempo y me aferro al hecho de que dentro de unos años recordaré ese preciso momento. Y pienso por un instante en perder todo aquello que me ocurre, y lágrimas asoman por mis ojos. Porque valoro cada segundo que transcurre en el tiempo y me aferro al hecho de que dentro de unos años recordaré ese preciso momento. [...]'

-G.

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